Global Analysis

Lausana 74

Gestión del legado

Doug Birdsall Jul 2014

Cuando Billy Graham fue entrevistado para la revista Newsweek en 2006, le preguntaron cuál pensaba que había sido el impacto más duradero de su destacado ministerio global de 60 años. Para sorpresa del entrevistador, respondió que quizá su contribución más significativa fue el Congreso de Lausana de 1974 sobre Evangelización Mundial y el resultante Movimiento de Lausana.[1]

Aunque Graham, el líder evangélico más visible e influyente del s. XX, hubiera predicado a gigantescas multitudes en todo el mundo y hubiera impactado a miles de personas a través de sus emisiones, libros, películas, conferencias, etc., tenía una creciente valoración de la importancia de lo que tuvo lugar en Lausana, Suiza, en julio de 1974.

Este año conmemoramos el 40 aniversario de este congreso que hizo época, que fue, en mi opinión, la reunión mundial de misiones más importante de la era cristiana. Este artículo explorará su legado identificando siete factores que contribuyeron a su impacto global.

1. Contexto histórico

En julio de 1974, 2.700 líderes cristianos de cerca de 150 países se reunieron bajo el lema “Que la Tierra oiga su voz” para plantearse los retos y oportunidades de la evangelización del mundo. La revista Time se refirió a Lausana 74 como “un fórum formidable, posiblemente la reunión de cristianos de más amplio espectro que se haya tenido lugar hasta la fecha”.

Una reunión semejante no podía haberse dado antes. La histórica Conferencia Misionera Mundial de Edimburgo de 1910, reunió a unos 1.200 líderes misioneros, el 90% de los cuales eran de Europa y América del Norte. Esto reflejó la realidad de que la inmensa mayoría de cristianos en aquel tiempo estaban en el hemisferio norte. La misión se concebía como “de Occidente al resto del mundo”.

Sin embargo, en 1974, gracias en gran parte a los impulsos e iniciativas misioneras de Edimburgo 1910, la iglesia había experimentado un crecimiento en África, Latinoamérica y Asia. En 1974, nuevas realidades políticas, económicas e ideológicas, crearon el contexto global en el que un congreso como Lausana 74 fue posible y esencial. Lausana 74, por tanto, tuvo lugar en un momento de cambios monumentales en el cristianismo global.

2. Liderazgo de estatura global.

Graham fue el visionario y catalizador. Sin su poder de convocatoria, el congreso no habría ocurrido. Aunque él era la figura central, enroló a un grupo de líderes de capacidad excepcional, incluidos el obispo Jack Dain y el Doctor John Stott. Este último fue invitado a servir como expositor bíblico y artífice del documento del congreso, El Compromiso de Lausana.      

Sttot, en un principio, era reacio a participar, pero su papel resultó ser el más significativo. Él y Graham surgieron como las figuras más relevantes del congreso:

  • Sus respectivas tallas, uno como el pastor y teólogo más confiable y otro como el evangelista/ hombre de estado más querido y respetado, demostrarían personificar el carácter del congreso como una reunión para “practicantes-reflexivos”.
  • Graham y Stott articularon la visión, llamando a “Toda la iglesia a llevar Todo el Evangelio a Todo el Mundo”.
  • También le dieron forma al “espíritu de Lausana”, que Graham describió como un espíritu de “humildad, amistad, estudio, oración, colaboración, y esperanza”.

Mientras los participantes en Edimburgo 1910 habían sido casi exclusivamente líderes misioneros, Lausana 74 se había ampliado para incluir a pastores, líderes de iglesias, académicos, líderes económicos, políticos y medios de comunicación.

3. El Compromiso de Lausana

Tres grandes contribuciones de importancia global emanaron del primer congreso de Lausana. La mayor de estas fue El Compromiso de Lausana, cuyo principal artífice fue Stott. Generalmente es considerado el documento sobre misiones más importante producido en la era protestante y reconocido como la expresión más concisa y autorizada del movimiento evangélico. Como tal, sirvió de fuerza unificadora e ímpetu movilizador para la evangelización mundial en la era post-congreso.

4. Misión Holística

En reacción a la preeminencia dada al “Evangelio Social” a principios y mediados del s. XX por el Consejo mundial de iglesias, (WCC), los evangélicos han descuidado su compromiso histórico con las implicaciones sociales del Evangelio. Esto cambió radicalmente en Lausana y en los años siguientes mediante la obra de Samuel Escobar y René Padilla, jóvenes y brillantes teólogos latinoamericanos y obreros entre estudiantes.

En el artículo cinco del compromiso, Responsabilidad social cristiana, Stott capta la esencia de las palabras proféticas de Escobar y Padilla: “Afirmamos que Dios es tanto Creador como Juez de todos los hombres. Por tanto, debemos compartir su preocupación por la justicia y la reconciliación de toda la sociedad humana y por la liberación de hombres y mujeres de todo tipo de opresión… Expresamos nuestro pesar por nuestra negligencia y por haber considerado que el evangelismo y la conciencia social se excluían mutuamente. Aunque la reconciliación con otras personas no sea la reconciliación con Dios, el evangelismo no sea acción social, ni la liberación política salvación, sin embargo, afirmamos que el evangelismo y la implicación socio-política son ambos parte de nuestro deber como cristianos. “

Cuarenta años después, el pensamiento y la implicación de los evangélicos ha cambiado dramáticamente como demuestra el crecimiento de movimientos como World Vision International e International Justice Mission.

5. Grupos no alcanzados

La tercera gran contribución fue el descubrimiento e introducción de un nuevo paradigma misiológico. Antes de 1974, los líderes de misiones y de iglesias normalmente pensaban en categorías de envío de misioneros a los más de 150 países del mundo. Dado que se creía que las iglesias habían sido establecidas en casi cada país, algunos sugerían una moratoria en las misiones. Sin embargo, el Dr. Ralph Winter desafió este supuesto introduciendo el concepto de naciones como grupos etno-lingüísticos. Calculó que había unas 16.000 naciones, lo que supone que más de mil millones y medio de personas no tienen acceso al testimonio del Evangelio.

El resultado no fue una moratoria sino más bien todo un nuevo movimiento con un énfasis creciente en las misiones. Este nuevo paradigma llegaría a impactar virtualmente a cada sociedad misionera evangélica, a cada seminario, a cada iglesia del mundo que enviaba misioneros.

6. El Movimiento de Lausana

Quizá el resultado menos previsto del Congreso fue el nacimiento del propio Movimiento de Lausana. Graham no lo había visionado. Sin embargo, en el año final de preparación de Lausana 74, era evidente que se estaban desarrollando nuevas y emocionantes ideas a medida que eruditos, líderes y cristianos comprometidos del norte, sur, este y oeste, se estaban descubriendo unos a otros. Todo esto encontró expresión en una corriente de apoyo a una entidad permanente.

Desde Lausana 74, El Movimiento de Lausana ha convocado dos congresos globales más sobre evangelización mundial:

  • El segundo congreso, celebrado en Manila en 1989 bajo el lema “Proclamad a Cristo hasta Su venida”, produjo el Manifiesto de Manila.
  • El tercero, Ciudad del Cabo 2010, convocado bajo el lema “Cristo, nuestro Reconciliador”, dio lugar a El Compromiso de Ciudad del Cabo.

Además, el Movimiento de Lausana ha convocado casi treinta consultas de trabajo global. Estas consultas, más reducidas, junto con dos Forums de Lausana sobre Evangelización Mundial, han generado 65 documentos temáticos de Lausana (Occasional Papers, LOP). Lausana también ha convocado dos reuniones globales de líderes jóvenes. Una tercera está planeada para 2016.

Comentando Lausana 74 y el Movimiento de Lausana, Stott escribió: “Muchas conferencias parecen fuegos artificiales. Han hecho mucho ruido e iluminado la noche de forma brillante durante unos segundos. Lo emocionante de Lausana es que continúa prendiendo otros fuegos.”

7. Movimientos dentro del Movimiento

Lausana 74 dio a luz a un movimiento global. Creó un nuevo sentido de unidad y energía para el evangelismo global y dirigió a una nueva época en Evangelismo mundial.

Surgieron siete corrientes distintas en el Congreso, cada una con su propia historia, comportamiento, expectativas y aspiraciones:

  • Casi el 40% de los participantes eran de entidades eclesiásticas relacionadas con WCC. Había líderes de mentalidad evangélica que encontraron un nuevo hogar en Lausana, después de que el Consejo Internacional de Misiones – International Mission Council (IMC) – de Edimburgo 1910 hubiera perdido, aparentemente, su rumbo y hubiera sido absorbido por el WCC. Se sintieron atraídos por el vigor intelectual y la ortodoxia teológica de Lausana 74.
  • World Evangelical Felloship (WEF), ahora la Alianza Evangélica Mundial, tuvo su presencia.
  • Movimientos estudiantiles como Campus Crusade for Christ, Navegantes e International Fellowship of Evangelical Students, IFES, se dispusieron a un compromiso significativo con la cultura.
  • Los líderes emergentes del Sur Global aportaron dinamismo y creatividad a la misión mundial, lo que presagiaba los cambios “sísmicos” que tenían lugar en el Cristianismo Global.
  • La escuela de Misión Mundial del Seminario Teológico Fuller y el movimiento de Iglecrecimiento, en expansión, aportaron una nueva dimensión de investigación sociológica y antropológica y análisis cuantitativo.
  • Con frecuencia se encontraron ministerios para-eclesiales dirigidos por activistas y emprendedores visionarios cuya creciente influencia y capacidad para recaudar fondos señalaron un cambio de influencia respecto a los canales denominacionales establecidos.
  • Graham y la influencia global de la Asociación Evangelística Billy Graham (BGEA), representaban la séptima corriente.

Graham reunió al mundo evangélico en Lausana. Las corrientes que confluyeron en Lausana le dieron fuerza y profundidad.

Las mismas fuerzas crearon contracorrientes y cavaron nuevos canales creando movimientos dentro del movimiento:

  • Muchos líderes de la mayoría del mundo que se identificaban con la necesidad de un ministerio holístico, formaron la International Fellowship of Evangelical Mission Theologians (INFEMIT).
  • Los que se identificaban con la escuela de Misión Mundial del seminario Fuller y el movimiento de Iglecrecimiento, formaron el Movimiento AD 2000.
  • El liderazgo WEF respondió al nacimiento de un nuevo movimiento global mediante el desarrollo de una Comisión de Misiones de la WEF.

Graham mismo fue ambivalente sobre la naturaleza del movimiento y optó por mantener su singular énfasis en el evangelismo. Enfocó su esfuerzo en futuros encuentros globales como la conferencia de Amsterdam para evangelistas itinerantes. Los líderes de entidades para-eclesiales frecuentemente cambiaban su compromiso de Lausana a Amsterdam y de esta a AD 2000 y a sus varias reiteraciones. Sin embargo, los líderes de los movimientos estudiantiles, IFES en particular, junto con los líderes de mentalidad evangélica dentro de iglesias establecidas, encontraron resonancia dentro de Lausana y proporcionaron una estabilidad y liderazgo para ella.

Un legado de reflexión teológica

El Movimiento de Lausana entró en un estado menos visible y dinámico después de Manila. Mucha de la energía de finales del segundo milenio fue captada por el entusiasmo de completar la tarea para el año 2.000. Sin embargo, las ambiciosas metas no fueron realizadas. La preocupación por el pragmatismo y los resultados cuantificables hicieron tomar conciencia de la necesidad de una reflexión teológica más amplia.

En los albores del siglo XXI, se dieron las condiciones para que la visión y los valores del Movimiento de Lausana, con su compromiso de un estudio bíblico riguroso y una reflexión teológica profunda, fuesen la base de un compromiso estratégico misionero. Lausana defiende la convicción de que reflexión teológica debe ser expresada “misiológicamente” y que toda acción misionera debe estar teológicamente cimentada. Las dos deben ser inseparables para que la misión sea auténtica.

Lausana 74 representa el nacimiento del Movimiento de Lausana. Ciudad del Cabo 2010 simboliza su renacimiento: 4.200 representantes de 198 países, ahora relacionados con 12 expresiones regionales y 36 temas de trabajo en red, todos comprometidos con la visión fundacional.

Tal es el legado de un congreso convocado hace cuarenta años. Ningún otro congreso celebrado antes ni después ha tenido la profundidad ni la amplitud de impacto e influencia de esta reunión histórica. Esto es un don de Dios a través del magnánimo espíritu de personas como Graham y Stott.

Pasar el testigo

Es por tanto, imperativo que el espíritu y conocimiento de Lausana pase a la siguiente generación. Por supuesto, los que serán mejor guiados al futuro son aquellos con un conocimiento más comprehensivo del pasado.

Se han desarrollado recursos curriculares excepcionales por parte de líderes de Lausana durante los últimos cuarenta años, diseñados para su uso en iglesias locales, universidades y seminarios y para el estudio personal:

  • Son dignos de mención los materiales desarrollados para el estudio del Compromiso de la Ciudad del Cabo, en particular los desarrollados para seminarios por el Dr. Darrell Bock y los escritos para las iglesias por Rev. Dr. Matt Ristuccia y Rev. Dr. Sara Singleton.
  • Los documentos temáticos de Lausana (LOP Lausanne Occasional Papers), producidos por algunas de las mejores mentes de la Iglesia, aportan sabiduría sobre algunos de nuestros retos más intrincados.

Igual que Graham y los líderes de su generación aprendieron y obtuvieron inspiración de la Conferencia de Edimburgo, confío en que la siguiente generación será informada e inspirada por lo que aconteció hace cuarenta años en Lausana 74.

Notas

  1. El Dr. David Bruce, ayudante personal de Billy Graham, en una discusión telefónica en agosto de 2006, compartió esta conversación con el autor.

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