Global Analysis

Una perspectiva caribeña de las elecciones de los EE. UU.

Cinco aspectos a tener en cuenta

Las Newman Ene 2017

Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. 1 Timoteo 2:1-2

En el contexto del poderoso imperio romano, la preocupación pastoral de Pablo por el papel de la iglesia en la sociedad fue expresada explícitamente en su consejo a su joven líder y protegido, el pastor Timoteo, en 1 Timoteo 2:1-2.

Consejo pastoral para la iglesia

Su consejo pastoral tiene dos dimensiones. Primero, llama la atención al poder y la importancia de la oración intercesora por los líderes políticos y cívicos en el estado: Recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades. Pablo hace énfasis en la oración como el recurso de Dios para liberar la ayuda divina para todos, especialmente los que están en autoridad.

Segundo, hace referencia explícita a la importante objetivo final o meta de ese liderazgo: para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Pablo enfatiza la importancia del liderazgo, porque el liderazgo en cualquier campo de trabajo importa. Tiene influencias y consecuencias.

Pablo alienta la participación cristiana, en vez de una piedad que lleva al retraimiento y a ignorar los asuntos del momento. La iglesia debe interceder con oraciones profundas de súplica e intercesión por quienes están en el liderazgo. Los exhorta a hacer esto por el bien mayor de la sociedad, con el fin de que “tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna”. Paz, tranquilidad y dignidad ante Dios son sus ideales para el pueblo y el orden creado de la sociedad.

La elección estadounidense observada

Quienes observaron la campaña de elección presidencial, dentro y fuera de los Estados Unidos, sintieron perplejidad, angustia y temor. Los que lo hicieron a distancia pueden haber pensado que estaban viendo una carrera asombrosa hacia el nivel más bajo de las competencias políticas por el poder. La expectativa era que la elección estadounidense sería un ejemplo de la democracia en acción para el mundo, con todo el robusto tira y afloja de la política del cambio democrático. En cambio, apareció una nueva clase de política a plena vista del público, la política de la destrucción del carácter personal de los oponentes y la búsqueda del poder por cualquier medio. En el transcurso de la campaña, hubo una avalancha de falsedades, mentiras y engaños conocidos promovidos como si fueran la verdad del evangelio.

El diccionario de Oxford anunció recientemente su palabra internacional del año para 2016: “post-truth” (posverdad). Dice que se debe al “aumento de declaraciones falsas de líderes políticos en importantes elecciones en todo el mundo, y del uso de la palabra en el idioma inglés en más del 2000 % desde 2015”. Describe el uso de lenguaje que apela a —e influye en— las emociones y juicios de valor de las personas, por encima de la racionalidad de los hechos conocidos y demostrables. Durante la campaña, parecía que el uso generalizado de “posverdades” buscaba derribar un código moral y ético, donde lo malo debía aceptarse ahora como bueno, y lo bueno se había convertido en malo.

Planteó preguntas. ¿Era éste el futuro de la política estadounidense y, por extensión, de la política mundial? ¿Era esto lo que debíamos esperar del liderazgo y la influencia estadounidense en el mundo? La moralidad y la ética, ¿aún tienen un papel que jugar en las campañas y las plataformas políticas?

Preocupaciones del Caribe

En todo el Caribe, hay una auténtica aprensión por la conducta y el resultado de la elección. Hay serias repercusiones para las relaciones entre los Estados Unidos y el Caribe. Al reflexionar líderes de iglesia y otros líderes civiles y políticos sobre el proceso y el resultado, han identificado cinco áreas específicas a observar, desde una perspectiva caribeña, en una nueva dispensación de la política y el liderazgo estadounidense en el mundo.

1. Nuestro futuro climático

Los hermosos países caribeños forman parte de los Pequeños estados insulares en desarrollo (SIDS).[1] Están ansiosos por conocer la dirección de la nueva administración de los EE. UU. en la lucha mundial por un futuro climático más sostenible. Ellos creen que un futuro así puede lograrse si los líderes mundiales acuerdan y hacen esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar los aumentos de temperatura futuros, monitorear nuestro futuro en carbono, limitar la quema de combustibles fósiles y entregar una energía más limpia. Desde la perspectiva de pequeños estados en desarrollo, que son sumamente vulnerables a las vicisitudes del cambio climático, los líderes caribeños son inflexibles en que nunca permitirán que la evidencia abrumadora de las realidades del cambio climático sea oscurecida y rechazada por quienes la niegan o buscan obstruirla con fines egoístas.

En toda la región, varios líderes caribeños han indicado que están preparados para luchar por la supervivencia económica y ambiental de la región. La campaña “1.5 to Stay Alive” (1.5 para seguir vivos) del Caribe, como antesala de la Conferencia sobre Cambio Climático de París en 2015, fue un clamor por su supervivencia. El Acuerdo Mundial COP21 representó un logro significativo.[2] Los líderes caribeños creen que debe ser respetado y se le debe exigir a los Estados Unidos que cumplan con sus compromisos.

Para la iglesia mundial, el Compromiso de Ciudad del Cabo (CCC, 2010) es un documento histórico. Alienta a los cristianos en todo el mundo a “promover acciones legítimas para persuadir a los gobiernos de que pongan los imperativos morales por encima de la conveniencia política en temas de destrucción ambiental y potencial cambio climático” (CCC II-B-6). Estas palabras tan fuertes a la iglesia mundial estaban basadas en la convicción de que “no podemos decir que amamos a Dios mientras abusamos de lo que pertenece a Cristo por derecho de creación, redención y herencia” (CCC 1-7).

El cuidado de la creación es importante en cada contexto, pero en especial en el Caribe, donde se emitió la Declaración de Jamaica, en 2012.[3]

Líderes de iglesia evangélicos, pentecostales y ecuménicos en el Caribe están siendo movilizados para promover un futuro climático más sostenible. Reconocen una causa común con el Único y Verdadero Dios, que es el dueño del universo y ordena a su pueblo que sea un mayordomo de su creación para el bienestar y la sustentabilidad de toda la humanidad.

2. Política comercial mundial

La campaña electoral fue testigo de muchas “posverdades” pronunciadas contra el comercio mundial, alegando que iba en contra del interés nacional de los EE. UU. La alternativa ofrecida fue el proteccionismo y el aislacionismo estadounidense, y la actitud de “yo y mi país primero”. Para los líderes caribeños esto no parece ser un buen ejemplo para el mundo.

Como estados pequeños en desarrollo, los países del Caribe dependen de buenas relaciones comerciales con su gran vecino. Nuestra región no puede permitir que sea ignorada, descuidada o maltratada por su vecino o nadie más. Si esto ocurre bajo una nueva administración estadounidense insular y proteccionista, la región sufrirá una marcada declinación. La pobreza, el crimen y, como consecuencia, los flujos de migración aumentarán.

El comercio mundial es crítico. Todo país depende del comercio para estimular el crecimiento económico, crear trabajos, asegurar el bienestar social y crear oportunidades para restablecer dignidad a las vidas de los pobres. Las iglesias del Caribe han estado luchando con este tema por más de dos siglos. Quieren ayudar a que sus congregaciones encuentren trabajos y puedan cuidar de sus familias. Creen que los países deben luchar por un comercio libre y justo para asegurar mejores salarios para los trabajadores: “El trabajador merece que se le pague su salario” (1 Timoteo 5:18). De modo que se han vuelto promotores aún más enérgicos del comercio mundial.

La región desea y necesita la participación y el liderazgo de los EE. UU. en acuerdos comerciales bilaterales, hemisféricos y mundiales, especialmente en nuestro mundo multipolar. Los líderes caribeños están insistiendo en que las economías más grandes, incluyendo los EE. UU., protejan, defiendan y cuiden a las más débiles, y que las ayuden a crecer y desarrollarse también. Al mismo tiempo, están preocupados por el prolongado embargo comercial de los EE. UU. a Cuba y el efecto de la pobreza agobiante sobre los niños y familias de Haití.

El liderazgo de los EE. UU. es necesario, especialmente en una era de superpotencias mundiales ascendentes, como China, cuyo interés e influencia en el Caribe y en otras partes se han vuelto bastante amplios.

3. Igualdad matrimonial

Uno de los grandes temas de la campaña fue la llamada “igualdad matrimonial”. El Caribe es una de esas regiones que han sido presionadas por el Departamento de Estado de EE. UU. para que adopte la igualdad matrimonial y las uniones del mismo sexo bajo la agenda de ayuda y derechos humanos de la política exterior de los EE. UU. Los líderes de gobierno y de iglesia de toda la región han sido cortejados específicamente por el gobierno de los EE. UU. para que promulguen leyes con este fin.

Ha habido fuertes reacciones de la iglesia en toda la región ante esta presión. En junio de 2014, líderes de iglesia de Jamaica realizaron una concentración pública llamada “Jamaica Cause” (Causa de Jamaica) y movilizaron una multitud de unas 30.000 personas. La iglesia y la sociedad caribeña por lo general se oponen a la promoción de los EE. UU. de estilos de vida y constructos familiares que consideran contrarios a su cultura y bienestar.

Mientras que algunas secciones de la iglesia, en particular las iglesias más antiguas y establecidas, están a favor de un enfoque más conciliador, muchos pastores en las iglesias evangélicas y pentecostales, así como ciudadanos comunes, se resisten fuertemente.

Las elecciones presidenciales parecen haber puesto en el candelero cuestiones de derecho al aborto, derechos de las personas LGBTQ y la medida de tolerancia en una sociedad diversa y muy pluralista. Estos temas son preocupantes en el Caribe y para la iglesia caribeña. Aquí, nuevamente, el Compromiso de Ciudad del Cabo provee una guía muy útil para la iglesia mundial, al instar a todos los cristianos a rechazar la “sexualidad desordenada” (CCC II-E-2), mientras muestran el amor y la compasión de Cristo a todas las personas.

4. Migración y globalización

La inmigración ilegal fue uno de los temas candentes de la campaña. Muchos de los inmigrantes ilegales en los EE. UU. provienen del Caribe. En lo que respecta al crimen organizado y las redes y pandillas criminales, hay vínculos innegables entre el Caribe y los EE. UU. Estas redes promueven el crimen transnacional y la violencia en ambos lados. Esto debe ser encarado. El Caribe necesita y acoge con beneplácito mejores políticas de inmigración y sistemas eficaces para poner freno a la inmigración ilegal. Los países del Caribe, como Jamaica, se han beneficiado mucho de programas de trabajadores huéspedes en los EE. UU. que han ayudado a la economía de ese país y también a muchas familias pobres que han permanecido en la región.

Las iglesias del Caribe se ven afectadas por este tema:

  • Algunos pastores están luchando con el desafío de proveer asesoramiento y guía pastoral a congregaciones y comunidades que existen en medio de territorios controlados por pandillas.
  • Las iglesias en Jamaica, por ejemplo, se están uniendo en sus enfoques ante los agentes del orden para ver la mejor forma de encarar lo que se ha convertido actualmente en un importante problema social.
  • Los niños, familias y comunidades locales que dependen de relaciones transnacionales entre los EE. UU. y el Caribe están ansiosos por el futuro de esa relación. Muchos se están acercando a la iglesia en busca de asesoramiento y ayuda.

Los EE. UU. deben cuidarse de refugiarse en el excepcionalismo y el autoaislamiento. Vivimos en un entorno mundial. Al Caribe le gustaría ver a pastores e iglesias en los EE. UU. en alerta ante la hostilidad hacia los inmigrantes, los refugiados, los trabajadores migrantes y los “extraños” en medio de ellos. Deberían dar la bienvenida al extraño y al que busca asilo, el perdido y el solitario. Es lo que Cristo habría hecho. Es lo que llama a hacer a su iglesia.

5. Paz y seguridad mundiales

El Caribe está demasiado consciente de la extensión de los conflictos y la guerra en el mundo. Como pueblos de la subregión de las Américas, tienen siempre en mente las palabras de ícono musical jamaiquino, Bob Marley: “So much trouble in the world” (tantos problemas en el mundo).

El Caribe ha experimentado años de violencia y guerra, y luchas civiles. En la historia de la región, la gente tiene demasiado presente el uso del poder militar de los EE. UU. en intentos de generar cambios de regímenes. Los pueblos del Caribe sienten que es tiempo para la paz. Saben que es tiempo de sanidad y reconciliación entre las personas.

En su ministerio de predicación y enseñanza, la iglesia en los EE. UU. y en el Caribe deben proclamar el evangelio de Jesucristo, que trata de la paz, la verdad y la reconciliación. La iglesia en los EE. UU. y la iglesia en el Caribe deben trabajar juntas en colaboración para la construcción de la paz en comunidades locales, ayudando a fortalecer la paz y la seguridad mundiales.

Este es el momento de colaboraciones mundiales de iglesias en iniciativas de construcción de la paz. Jesús dijo a sus discípulos: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9).

Conclusión

La política importa. El liderazgo político es importante. El consejo de Pablo a Timoteo es un consejo que cada pastor necesita en este tiempo. El consejo es que la iglesia interceda con profundas oraciones de súplica e intercesión por todos, especialmente por los que están en cargos altos. Los exhorta a hacer esto por el bien común y el bienestar de todos en la sociedad. El consejo no es retraerse e ignorar los temas, sino más bien una profunda participación espiritual y práctica de parte de la iglesia.

Estos cinco temas —el futuro de nuestro clima, la protección de la enseñanza bíblica sobre el matrimonio y la familia, el comercio libre y justo, la migración y el impacto de la globalización, y la paz y seguridad mundiales— son las áreas clave a observar en nuestra región al tomar forma una nueva administración estadounidense. El impacto que tendrán estos temas en la habilidad y la capacidad de los pueblos de Caribe de “tener paz y tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna” es vital para nuestra supervivencia y bienestar.

Epílogo del editor

Líderes de varias regiones del mundo fueron invitados a proveer una reflexión teológica y guía pastoral con relación al impacto potencial de las elecciones presidenciales de los EE. UU. sobre el ministerio cristiano en su región. Estos son algunos de sus comentarios.

Desde África

Gideon Para-Mallam, Nigeria — Comunión Internacional de Estudiantes Evangélicos (IFES) Secretario Regional para África de habla inglesa, portuguesa y española (EPSA). Basado en interacciones con líderes de iglesia y misiones de Nigeria, Kenia, Ghana, Sudáfrica, Uganda, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Mozambique, Zambia, Tanzania, Sierra Leona y Etiopía.

Quienes realmente necesitan orientación son los líderes emergentes; a decir verdad, el futuro es incierto en este momento… Los líderes emergentes deben tener una visión clara de lo que la iglesia necesita hacer a fin de reenfocar su compromiso con la misión mundial en el incierto clima político de hoy… Los líderes cristianos mundiales tienen que ayudar a la iglesia a pensar bíblicamente sobre la dirección futura del evangelio, despojados de la manipulación política de los políticos, que parecen ser más expertos en usar a la iglesia para promover sus propias metas políticas que a la inversa. Las complejas realidades mundiales sugieren que promovamos intencionalmente la agenda misional redentora de Dios participando en lo que John Stott describía como una escucha doble: de la palabra de Dios y del mundo.

Desde América Latina

Daniel Bianchi, Argentina — Director regional de Lausana para América Latina. Luego de una encuesta de líderes de 17 países de América Latina y el Caribe de habla española.

¿Seguirá hablando la iglesia contra todo lo que se opone al evangelio de justicia, compasión y reconciliación? ¿Seguirá buscando la iglesia promover los intereses del reino por encima de cualquier otra consideración de poder o cultura?

Desde Asia del Sur

Dr Jacob Cherian, India — Vicepresidente y decano de la Facultad en Southern Asia Bible College.

Cualquier idea de supremacía racial… debe ser condenada, abierta y ferozmente, especialmente por evangélicos blancos en Estados Unidos y Europa. Sin duda, esto ayudará a quienes predican el evangelio en países como Pakistán, India e Indonesia, donde a veces las acciones anticristianas son estimuladas por sentimientos antiamericanos o antiblancos… Si los evangélicos de Europa y Estados Unidos no afirman de manera clara y fuerte su pleno apoyo a las minorías religiosas y raciales (como los musulmanes, hindúes, afroamericanos, budistas), estarán perjudicando a los cristianos en Asia del Sur, ya que aquí somos las microminorías.

Notas

  1. Nota del editor: Ver el artículo titulado «Cambio Climático en Oceanía» por Mick Pope, en el número de marzo de 2014 del Análisis Mundial de Lausana
  2. Nota del editor: Ver el artículo titulado «El cambio climático después de París» por Ed Brown, en el número de mayo de 2016 del Análisis Mundial de Lausana. 
  3. Lea la declaración completa en https://lausanne.org/es/contenido/declaracion-de-la-consulta/cuidado-de-la-creacion-llamado-a-la-accion.

Author's Bio

Las Newman

Las Newman es el Director Mundial Asociado para las Regiones del Movimiento de Lausana Anteriormente se desempeñó como Director Regional para el Caribe. Las también organizó y acogió la primera Consulta Global de Lausana sobre el Cuidado de la Creación y el Evangelio en Jamaica en 2012. Anteriormente fue Subsecretario General de la Fraternidad Internacional de Estudiantes Evangélicos (IFES) en Oxford, Inglaterra, así como Presidente de Caribbean Graduate School of Theology. Vive en Kingston, Jamaica.

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