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¿Por qué se encuentra Oriente Próximo así? ¿Cuáles son las raíces de la discriminación, la falta de un claro estado de derecho aplicado de igual forma a todos, y la violencia que se observa en demasiados lugares? ¿Por qué los cristianos son víctimas, de manera desproporcionada, de estas amenazas?

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Este artículo, basado en un libro recientemente publicado,[1] considera un aspecto de la sociedad que está en la raíz de estas amenazas. El libro ilustra cómo la segregación de la sociedad según criterios religiosos forma la base de la discriminación, socava el estado de derecho y alimenta la violencia. Esta segregación es impuesta y mantenida por el sistema de registro religioso. El libro lleva al lector por un recorrido de los países de Oriente Próximo usando historias de personas, para ilustrar los profundos efectos de este sistema sobre personas, familias y la sociedad en general. Intercalados en los capítulos sobre cada país aparecen capítulos temáticos que incluyen limitaciones sobre quién puede casarse con quién, quién puede adorar con quién, apostasía, martirio y sepelio. Una de las perspectivas sorprendentes es que los derechos de sepelio son un impedimento significativo para el crecimiento de la iglesia en algunas comunidades.

¿Qué es el registro religioso?

A todos se les asigna una religión al nacer. El registro puede ser genérico (ej: cristiano) o muy específico (ej: católico romano, anglicano). El registro se mantiene en sistemas informáticos del gobierno y aparece en algunos documentos oficiales, especialmente certificados de nacimiento y, en muchos países, en los documentos de identidad. El registro determina qué sistema legal basado en la religión es aplicable para asuntos legales de estado civil, como matrimonio, divorcio, custodia, sepelio y herencia. No hay ningún sistema civil alternativo; todos se ven obligados a usar un sistema basado en una religión. La sharia islámica, la ley canónica cristiana y la halajá judía determinan las leyes de estado civil que se aplican a las comunidades respectivas. ¿Qué ocurre cuando dos personas quieren casarse, pero tiene diferentes registros religiosos? ¿Qué sistema judicial corresponde? Por lo general, esto es sumamente problemático, y uno de los dos se ve obligado a “convertirse” de modo que coincidan sus registros, aceptando las dificultades legales, sociales, culturales y familiares que implica.

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Orígenes históricos

Históricamente, los sistemas que vemos hoy son adaptaciones del sistema Millet del imperio otomano. Los otomanos no inventaros este sistema. El primer uso registrado ocurre en el siglo IV, cuando fue aplicado a las comunidades de la iglesia de Oriente bajo el imperio sasánida (persa). La religión estatal de este imperio era el zoroastrismo. Los cristianos formaron la Iglesia Oriental, cuyo líder, conocido como el Catolicós o Patriarca del Este, era el responsable ante el rey persa por los cristianos dentro del imperio.

Este sistema de mantener a los cristianos como una comunidad religiosa protegida y respetada continuó luego de la conquista islámica de los sasánidas, en 651. La comunidad cristiana floreció y pudo enviar misioneros a China e India.

El registro religioso emergió durante períodos de la historia con limitada movilidad social, económica y geográfica. La mayoría de las personas vivían toda su vida cerca de donde habían nacido. Las excepciones a este patrón eran raras, a pesar de las rutas comerciales bien establecidas. El contexto de hoy es muy diferente. ¿Cómo necesita ser ajustado este concepto y aplicación del registro religioso para el contexto moderno de mayor movilidad y urbanización, dos tendencias mundiales que afectan profundamente a Oriente Próximo?

¿Qué importancia tiene para los cristianos?

Un tema del libro es la conversión religiosa. ¿Pueden los conversos cambiar su registro religioso para que concuerde con sus creencias? La conversión al islam es legalmente posible y simple en todas partes. La conversión desde el islam es imposible en muchos lugares y, en los pocos lugares donde es legalmente posible, hay impedimentos sociales y culturales al cambio.

La implementación del registro religioso que vemos en Oriente Próximo hoy está muy lejos de sus orígenes honorables bajo los sasánidas. Lo que fue ideado para permitir a una comunidad religiosa disímil disfrutar de los ritos de pasaje de su preferencia mientras afirmaban su lealtad a los gobernantes políticos es usado hoy para marginar a los que son diferentes de la mayoría. Se presume que las personas cuyo registro no es el de la mayoría son desleales al estado y no son dignos de confianza. Una expresión de esto es que, en la mayoría de los países, hay restricciones al empleo en el sector público para los cristianos. El sistema sostiene la discriminación.

En el Líbano, el nexo entre el registro religioso y el sistema electoral es una causa de la disfuncionalidad del sistema político. En general, la población está desilusionada con el statu quo. Los pedidos de cambio enfrentan el dilema de que son los políticos mismos que causan los problemas quienes no están dispuestos a hacer los cambios que se requieren para resolver la situación. El interés personal, o los intereses de quienes están cerca de ellos, llevan a los políticos a tomar acciones para preservar su poder percibido, prestigio y posición, en vez de gobernar para el bienestar de todos. El Líbano es un ejemplo del hecho de que la segregación de la sociedad según criterios religiosos puede tener profundas consecuencias negativas para todos.

Paz y reconciliación

Se dice frecuentemente que el islam es una religión de paz. ¿Qué se entiende por “paz”? Un conflicto armado puede ser detenido si una parte se rinde incondicionalmente a la otra. Esto trae “paz” en el sentido de un final del conflicto, aunque los vencedores puedan imponer las condiciones que escojan a los vencidos. No garantiza la paz en el sentido de relaciones comunitarias estables, armoniosas y respetuosas.

En Egipto, un conflicto intercomunitario a menudo es seguido por una “reunión de reconciliación”. En situaciones que involucran a cristianos y musulmanes, lo que suele ocurrir es que los musulmanes buscan términos draconianos que marginan y perjudican a los cristianos, independientemente de los aspectos justos e injustos de la situación. En estos casos, la conducta criminal es pasada por alto, y aun exonerada. El registro religioso está en la raíz de tales prácticas, creando un contexto en el cual los que se ven como la mayoría sienten que tienen derecho a explotar a los demás. El sistema socava el estado de derecho.

Gran parte de la violencia y explotación en Oriente Próximo hoy enfrenta a un grupo de musulmanes con otro. Las principales víctimas del extremismo islámico son “musulmanes de la clase incorrecta”, entendidos como los que son diferentes de los perpetradores, aunque los cristianos y otros grupos religiosos no islámicos a menudo quedan atrapados en el fuego cruzado.

Los apéndices del libro dan un resumen de cómo surgió la diversidad dentro del islam, el cristianismo y el judaísmo. La política, la geografía y la teología tienen su papel en la historia de las tres religiones. Un reto hoy es si esta diversidad debe ser celebrada o lamentada, respetada o aplastada.

Señales de esperanza

¿Hay, entonces, esperanza para el futuro? El libro señala varios hechos positivos de años recientes.

En Egipto, lo que se conoce como el “problema de la reconversión” fue resuelto en 2011. Los “reconversos” son las personas cuyo registro fue cristiano al nacer, pero fue cambiado a musulmán por cualquiera de muchas razones. En 2011, el derecho legal de volver a ser registrado como cristiano fue establecido claramente, luego de un proceso legal de muchos años. Más de 4000 personas formaron parte de la demanda colectiva que obtuvo este derecho. No se ha informado ningún problema con su implementación.

En febrero de 2014, la Autoridad Palestina quitó el registro religioso de los documentos de identidad. Citaron la Ley Básica Palestina, promulgada en 2002, que dice que no debe haber ninguna discriminación en base a género, etnicidad, ideas políticas o religión.

El rey Abdalá de Jordania es uno entre varios líderes políticos importantes que está instando a los cristianos de Oriente Próximo a permanecer en sus países. Estas declaraciones deben ser bienvenidas, aunque aparecen incongruentes cuando consideramos las historias que se presentan en el libro y que ilustran la discriminación de Jordania contra los cristianos y la manera muy dura en que el sistema legal puede tratar a quienes se han convertido del islam.

Implicaciones misionales y prácticas

Quienes participamos mediante la oración y otras acciones en la difusión de la buena noticia de Jesús en Oriente Próximo debemos ser conscientes de los retos que afrontan los que llegan a la fe en Jesús. Enfrentarán una “crisis de identidad” al vivir y adorar como cristianos mientras son tratados por el estado como musulmanes. Sus creencias religiosas y su registro son diferentes. Los puntos de presión típicos son al casarse, el nacimiento de los hijos (cuyos certificados de nacimientos los describirán como musulmanes) y cuando los hijos alcanzan la edad escolar. Sus hijos serán tratados como musulmanes por el estado, a pesar de haber sido criados como cristianos. Los retos a su sentido de identidad son profundos.

El llamado consistente de los líderes cristianos de Oriente Próximo es que todos trabajemos para hacer posible que los cristianos se queden, que sean parte de una iglesia creciente.[2] Se reconoce que algunos pocos casos en los que la persecución religiosa obliga a los cristianos a emigrar. Estos son la excepción y no la norma.

Hay varias consecuencias para los cristianos de Oriente Próximo. El registro religioso es la raíz que explica por qué los cristianos son tratados como ciudadanos de segunda clase. Este es un factor que lleva a algunos a emigrar. En algunos lugares contribuye a las dificultades para operar edificios de iglesia. Es, también, una razón por la que integrar los conversos al cristianismo en iglesias es problemático en muchos lugares. En algunas partes de Oriente Próximo ya ocurre que la mayoría de los cristianos son de trasfondo musulmán. El modus operandi típico de la iglesia será cambiado por esta realidad.
Quienes tienen acceso a círculos de elaboración de políticas deberían estar pidiendo que los efectos del registro religioso sobre la sociedad sean tomados en cuenta y que la formulación de políticas incluya soluciones. Esto se aplica a círculos de elaboración de políticas de Oriente Próximo y también a las personas de otros lugares que se relacionan con países de Oriente Próximo. Se necesita identificar e implementar auténticas soluciones locales para beneficio de todos. Todos los gobiernos de la región que quieran cumplir las aspiraciones de su pueblo a una mayor dignidad y a más y mejores trabajos harían bien en abordar los efectos negativos que tiene el registro religioso sobre la creatividad económica, cultural y social.

¿Cuál es el camino a seguir?

El primer párrafo del libro cita a un líder cristiano de Oriente Próximo que pide: “Ayúdennos a encontrar el camino a seguir”. El reto para los conversos al cristianismo es claro. Sin embargo, muchos —incluyendo líderes de iglesia— apoyan el statu quo. Parece improbable que señalar que el actual sistema de registro religioso lleva a violaciones de la ley internacional motive el cambio. El libro, por lo tanto, describe los efectos adversos sobre la sociedad como un todo, e insta a las personas de todas las creencias y ninguna a buscar auténticas soluciones locales que beneficien a todos.

Notas

  1. Identity Crisis – Religious Registration in the Middle East, por Jonathan Andrews, está disponible en formato impreso y electrónico en el sitio web del editor usando el URL: www.GileadBooksPublishing.com/identity-crisis. El autor puede ser contactado en [email protected]
  2. Nota del editor: Ver el artículo de un pastor sirio titulado “La crisis en Siria” en el número de enero 2015 del Análisis Mundial de Lausana.

Photo Credits

Jonathan Andrews es un investigador independiente y escritor que ha trabajado en apoyo de comunidades cristianas en Oriente Próximo y África del Norte desde 2000. Lidera el Muslim World Forum, operado por Global Connections, en el Reino Unido, que provee un espacio para el trabajo en red para cristianos involucrados con comunidades musulmanas. Su primer libro, Identity Crisis, fue publicado en 2016 por Gilead Books. Espera publicar un segundo libro en 2017 que analiza la migración desde, hacia, dentro y a través de Oriente Próximo.