América del Norte es un continente rico en diversidad de climas, hábitats, comida, música, cultura y gente. Aunque esta región ha liderado históricamente la carga de la misión en el mundo, hoy las iglesias de América del Norte enfrentan una serie de retos, tanto externos como internos. A medida que la cultura cambia y las visiones seculares y poscristianas del mundo se vuelven cada vez más prominentes, el testimonio de la iglesia necesita ser puesto en alto para que la gente se sienta atraída por un Dios que ama sin medida.
A pesar de ser testigo del desplazamiento del centro del cristianismo hacia el mundo mayoritario, la iglesia en América del Norte está entusiasmada por cómo Dios orquestará la próxima década y después. Trabajando juntos, la iglesia norteamericana aspira a ver las buenas nuevas proclamadas a cada persona, una iglesia evangelística para cada pueblo, líderes como Cristo para cada iglesia y la influencia del reino en cada esfera de la sociedad. En el espíritu de Lausana, esta región está comprometida con el trabajo de alcanzar a América del Norte y asociarse con otros en Lausana Internacional para alcanzar y servir al mundo.
